Aum Shinrikyo: secta y terrorismo

Shōkō Asahara, retrato pintado
Thierry Ehrmann
Atribución Creative Commons 2.0

Aum Shinrikyo es una secta japonesa religiosa apocalíptica, conocida por cometer el ataque de gas sarín en el metro de Tokio de 1995. Esta versión moderna del budismo es una de las más extrañas y siniestras sectas religiosas que existen hoy en día.

Su nombre significa «Verdad Suprema», y esta secta fue fundada por Shoko Asahara a finales de los años 80. Con base en Japón, su filosofía se basa en elementos del budismo, hinduismo, cristianismo, cienciología y la teoría de destino fatalista llamada feng shui. Como doctrina reconoce tres aspectos principales y separados: el budismo, la ciencia y la medicina, todos unidos para lograr la iluminación. Los creyentes de esta secta consideran que la llegada del fin del mundo es una realidad inminente. Según ellos, el salvador es Shoko Asahara quien hará que la humanidad alcance la iluminación.

Esto incluye el destruir a todos aquellos que no son seguidores de la secta. Tal afirmación fue una de las claves para entender el ataque con gas sarín realizado en el metro de Tokio en 1995, el cual mató a 12 personas y afectó a otras miles. Aum Shinrikyo incluso llegó a adquirir armas nucleares y bacteriológicas desde la ex-Unión Soviética, por lo que muchos temieron que cometiera un acto terrorista nuclear contra Tokio. Después de aquel ataque, los líderes de Aum Shinrikyo se sentaron huidos. Fue entonces cuando comenzó una extensa búsqueda para atrapar a sus líderes.

Aum Shinrikyo fue calificado por algunos como una culto apocalíptico y terrorífico. Los seguidores de esta secta llevan una vida austera en la que sólo se permiten los alimentos más básicos y donde está terminantemente prohibido tener relaciones sexuales. Además, los participantes debían contribuir todos sus bienes a la secta, así como una cantidad de dinero considerable.Todos los miembros debían entrenarse bajo un riguroso régimen militar.

En 2002, la Corte Suprema de Japón dictaminó que Aum Shinrikyo era una secta peligrosa. Fue entonces que transformaron su nombre a Aleph, una palabra que significa «Uno». Esta nueva denominación fue diseñada para atraer más adeptos. Sin embargo, la policía todavía acude a reuniones alefistas esporádicamente con el fin de observar su actividad.

Muchas personas creen que es una de las sectas más extremas y siniestras que existen. Muchos japoneses todavía sienten miedo y desconfían de los seguidores de Aum Shinrikyo. Muchos aseguran que aún bajo el nombre de Aleph la secta quiere lograr su antiguo objetivo de frenar el fin de la humanidad y obtener el «Enlightenment» que defienden.

Sin duda, se trata de una secta muy peculiar y con un pasado que muchos prefieren olvidar. Pese a que ha pasado mucho tiempo desde el terrible ataque de gas sarín contra el metro de Tokio, la paranoia de la población japonesa sigue tan viva como el día en que sucedió. Esto se debe a que miles de personas aun recuerdan la tragedia incesante del primer ataque bioterrorista de la historia. No hay palabras para describir el daño y el miedo que la secta Aum Shinrikyo provocó entre los japoneses. Esta hazaña terrorista cambió a Japón y al mundo entero para siempre.

De aquella tragedia surgió una nueva conciencia mundial del peligro de la violencia religiosa y el fanatismo extremista, además de arrojar luz sobre los peligros y los odios que existen en la sociedad.

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