
La expedición Franklin es una de las más famosas y trágicas exploraciones del Ártico del siglo XIX. Fue liderada por Sir John Franklin, un experimentado explorador británico, y se llevó a cabo entre 1845 y 1848.
El objetivo de la expedición era encontrar el Paso del Noroeste, una ruta marítima que conecta los océanos Atlántico y Pacífico a través del Ártico, y que se creía que ofrecía una alternativa más corta y rápida a la ruta tradicional alrededor de América del Sur.
La expedición Franklin consistió en dos barcos, el HMS Erebus y el HMS Terror, que estaban equipados con la última tecnología y provisiones suficientes para tres años. La tripulación estaba compuesta por 129 hombres, entre ellos oficiales de la Marina Británica, científicos y marineros experimentados. La expedición partió de Inglaterra en mayo de 1845 y llegó a Groenlandia en julio. Desde allí, los barcos se dirigieron hacia el oeste, hacia el archipiélago del Ártico canadiense.
Sin embargo, a medida que avanzaban, las condiciones climáticas empeoraron y los barcos quedaron atrapados en el hielo a finales de septiembre de 1846. Durante los siguientes dos años, la tripulación luchó por sobrevivir en condiciones extremadamente difíciles. El hielo continuó apretando los barcos hasta que finalmente fueron abandonados en abril de 1848.
Los hombres se vieron obligados a viajar a pie por el hielo y la nieve, cargando con provisiones y equipos, en un intento de llegar a la costa y encontrar ayuda. Sin embargo, la mayoría de ellos murió por enfermedades, hambre y exposición a las duras condiciones del Ártico. La búsqueda de los barcos y la tripulación perdida se convirtió en una de las mayores operaciones de rescate de la historia. Varias expediciones se organizaron en los años siguientes para tratar de encontrar alguna pista.
Fue gracias a las expediciones lideradas por Francis Leopold McClintock en 1859 y por Frederick Schwatka en 1879 que se descubrieron los restos de los barcos y se encontraron algunos registros escritos por la tripulación.
Los registros indicaban que la expedición había sufrido una serie de problemas, incluyendo la falta de alimentos frescos y la exposición a altas concentraciones de plomo en las latas de conserva, lo que causó enfermedades graves. También se cree que la tripulación pudo haber sido afectada por el síndrome de la locura por el plomo, una condición que puede causar alucinaciones y comportamientos erráticos.
La expedición Franklin ha sido objeto de numerosas investigaciones y estudios a lo largo de los años. Además de la importancia histórica del intento de encontrar el Paso del Noroeste, la expedición ha sido objeto de interés por su impacto en la comprensión de la salud.
Una expedición que fracaso por la meteorología, la falta de alimentos, la locura por intoxicaciones y donde 129 exploradores se quedaron por el camino.