
La secta NXIVM fue fundada por Keith Raniere en 1998, y se presentaba como una organización de autoayuda y desarrollo personal. Sin embargo, con el paso del tiempo, se descubrió que detrás de su fachada benevolente se encontraba una red de manipulación y abuso.
NXIVM promovía un programa de desarrollo personal llamado Executive Success Programs (ESP), que afirmaba ayudar a sus seguidores a alcanzar su máximo potencial. Pero en realidad, Raniere utilizaba técnicas de lavado de cerebro y coerción para controlar a los miembros de la secta.
Una de las principales estrategias utilizadas por NXIVM era reclutar a mujeres jóvenes y atractivas para formar parte de una organización interna llamada DOS. Estas mujeres eran obligadas a unirse a DOS, donde debían proporcionar «garantías» comprometedoras, como material comprometedor o fotografías íntimas. Estas garantías eran utilizadas por Raniere y sus seguidores para chantajear y controlar a las mujeres.
Además del control emocional y psicológico, también se reportaron abusos sexuales dentro de la secta. Varios miembros, incluyendo a Raniere, fueron acusados de explotación sexual y tráfico de personas.
La secta también contaba con seguidores famosos, como la actriz Allison Mack, quien se convirtió en una de las principales cómplices de Raniere. Mack fue arrestada y posteriormente condenada por su participación en los abusos perpetrados por NXIVM.
En 2018, el Departamento de Justicia de Estados Unidos arrestó a varios miembros de NXIVM, incluyendo a Raniere, Mack y otros altos dirigentes. En 2019, Raniere fue condenado por delitos que incluían explotación sexual y tráfico de personas. Actualmente cumple una condena de 120 años de prisión.
El caso de la secta NXIVM es un triste recordatorio de cómo las organizaciones aparentemente benévolas pueden transformarse en cultos peligrosos. También destaca la importancia de estar alerta y examinar de cerca cualquier grupo que prometa soluciones mágicas o una transformación personal demasiado rápida.