
Los castrati fueron cantantes masculinos que fueron castrados antes de la pubertad para mantener sus voces juveniles y alcanzar los registros vocales extremadamente altos que los hacían destacar en la música barroca y clásica. El fenómeno de los castrati se desarrolló en Europa entre los siglos XVI y XIX.
La castración de los castrati se realizaba mediante la extirpación o bloqueo de los testículos antes de la pubertad, lo que impedía el desarrollo completo de las características sexuales secundarias masculinas, como el crecimiento del vello facial y el cambio de voz. Esto permitía que sus cuerdas vocales siguieran creciendo, manteniendo una voz potente y flexible similar a la de los niños.
Estos cantantes castrados eran muy valorados en la ópera y en las iglesias, donde interpretaban roles de soprano o alto. Tenían la capacidad de cantar en un rango vocal extremadamente amplio, desde notas bajas hasta notas altísimas. Su técnica vocal era excepcional y su timbre único, lo que los convertía en intérpretes muy solicitados en la época.
Los castrati alcanzaron su apogeo en el siglo XVIII, siendo considerados auténticas estrellas de la música. Muchos de ellos gozaban de fama y fortuna, y eran admirados por su habilidad vocal y su capacidad para transmitir emociones a través de su canto.
Sin embargo, la práctica de castrar a niños por razones musicales ha sido objeto de debate ético y moral a lo largo de la historia. Muchos cuestionaban la ética de mutilar el cuerpo de los jóvenes en aras de la música, y algunas personas realizaron esfuerzos para prohibir y abolir esta práctica.
Con el paso del tiempo, el gusto por la voz castrada disminuyó y los castrati fueron perdiendo protagonismo. A finales del siglo XVIII, la castración fue prohibida en muchos países europeos y gradualmente desapareció, siendo reemplazada por castrados en la música por hombres con voces naturales de contratenor.
A pesar de que los castrati ya no existen como tal en la música actual, su legado perdura. Se han conservado algunas grabaciones históricas y partituras de la época, lo que nos permite apreciar en cierta medida su talento y comprender su influencia en la música clásica de aquella época.