La muerte de los sobrinos de Ricardo III en la Torre de Londres es uno de los eventos más infames y controvertidos de la historia de Inglaterra. Este oscuro episodio ha generado especulación y teorías conspirativas a lo largo de los siglos, y sigue siendo un tema de debate dentro del mundo académico.
Edward y Richard, de 12 y 9 años respectivamente, eran los hijos del rey Eduardo IV y su esposa Isabel Woodville. Después de la muerte de Eduardo IV en 1483, Ricardo III se convirtió en regente del joven rey Eduardo V de Inglaterra, quien se encontraba en la Torre de Londres junto a su hermano menor, Richard.
Durante este período, Ricardo III, quien también era tío de los niños, usurpó el trono y se coronó como rey de Inglaterra, alegando que los hijos de Eduardo IV eran ilegítimos debido a un presunto matrimonio anterior de su padre. Como estrategia para eliminar cualquier amenaza al trono, los niños fueron recluidos en la Torre de Londres, en condiciones que aún no están claras.
En los meses siguientes, los niños desaparecieron misteriosamente. La versión oficial de Ricardo III, dada a conocer posteriormente, afirmaba que los príncipes habían muerto de forma natural debido a una enfermedad. Sin embargo, esta explicación fue ampliamente cuestionada y considerada una estratagema para ocultar la verdad detrás de su desaparición.
La principal teoría que ha perdurado hasta el día de hoy sostiene que Ricardo III, con el fin de asegurar su posición en el trono, ordenó el asesinato de sus sobrinos en la Torre de Londres. Esta teoría se basa en testimonios y rumores de la época, como los escritos del cronista Thomas More y la famosa obra de teatro de William Shakespeare, «Ricardo III».
Sin embargo, no existe evidencia contundente que confirme o refute esta teoría, ni tampoco se han encontrado los restos reales de los príncipes en la Torre de Londres. La desaparición de los niños en la historia ha sido conocida como «Los Príncipes en la Torre» y han sido objeto de escrutinio y fascinación a lo largo de los años.
En 1674, durante las renovaciones en la Torre de Londres, dos esqueletos de niños fueron descubiertos bajo una escalera. Estos restos fueron considerados como los posibles restos de los príncipes. Sin embargo, debido a la falta de pruebas forenses en ese momento, no se llegó a una conclusión definitiva sobre su identidad.
En 1933, los restos fueron examinados nuevamente y se concluyó que los esqueletos correspondían a dos niños de alrededor de las edades de los príncipes. Sin embargo, debido a la falta de ADN y pruebas adicionales, aún no se ha confirmado su identidad de manera concluyente.
La historia de la muerte de los sobrinos de Ricardo III en la Torre de Londres encapsula los turbulentos tiempos de la Guerra de las Rosas en Inglaterra y la búsqueda del poder por parte de sus participantes. Aunque la verdad detrás de este trágico evento sigue siendo un misterio, el debate y el interés sobre el destino de los príncipes en la Torre han perdurado a lo largo del tiempo.
